El Solsticio de Verano en el Hemisferio Sur está previsto para el viernes 22 de diciembre a las 00:27 hora de Chile (03:27 horas UTC). Se trata del momento en que el sol se “detiene” en su viaje aparente al sur. 

Los solsticios (del latín solstitium (sol sistere), que significa ‘Sol quieto’) son los momentos del año en los que el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo, y la duración del día o de la noche son las máximas del año, respectivamente.

Durante el Solsticio de Verano, el Hemisferio Sur se encuentra en su máxima inclinación hacia el Sol, lo que resulta en una mayor cantidad de luz solar.
De hecho es este día el mas largo del año y también la noche mas corta

A lo largo del año la posición del Sol vista desde la Tierra se mueve hacia el Norte y hacia el Sur. La existencia de los solsticios está provocada por la inclinación del eje de la Tierra sobre el plano de su órbita.
En los días de solsticio, la duración del día y la altitud del Sol al mediodía son máximas (en el solsticio de verano) y mínimas (en el solsticio de invierno) comparadas con cualquier otro día del año.

Es importante recordar que el solsticio de verano es un fenómeno astronómico ya que esta directamente relacionado con la posición de la Tierra en relación al Sol y afecta la cantidad de luz solar que reciben los diferentes hemisferios.
Un momento destacado en el calendario astronómico que ha sido clave en el desarrollo de la astronomía y la comprensión de la relación entre  la Tierra  y el sistema solar.

Desde hace siglos, el solsticio de verano ha sido motivo de celebración y culto en distintas culturas. Muchas civilizaciones antiguas veían este evento astronómico como un momento de renovación y fertilidad, llevando a cabo rituales, ceremonias y festivales para dar la bienvenida al sol. Aunque la mayoría de estos ritos han desaparecido con el paso del tiempo, algunos se siguen conservando aún hoy. 

Desde Stonehenge en Inglaterra, hasta Chichén Itzá en México, algunos de los lugares arqueológicos más emblemáticos de todos los tiempos están diseñados de manera que los rayos del sol se alinean con estructuras específicas durante el solsticio de verano, mostrándonos la importancia astronómica y cultural que el solsticio tenía para las antiguas civilizaciones.

Historia y tradición

La celebración del solsticio de verano como tal data de 5000 años antes de Cristo a raíz de la permanente observación de la bóveda celeste por parte de sabios astrónomos-astrólogos. Los antiguos griegos definían este acontecimiento referente al Sol como una puerta de entrada a otra dimensión.

Coincidiendo con el periodo del solsticio, en esta fecha se celebran muchas tradiciones religiosas que reconocen la importancia de los ciclos naturales y al sol como astro que nos permite la vida, a la naturaleza como madre que nos da sus frutos; pero también los rituales iniciáticos que tienen como propósito recrear la magia, cruzar la “Puerta”, dar el salto de una realidad a otra, la posibilidad que quemar todo lo viejo, mediante el acto de arrojar al fuego de las hogueras todo lo inútil, lo que ya no puede convivir con la nueva personalidad naciente. De la misma forma que todo es cíclico, nuestra naturaleza interna también tiene que renovarse.

La observación del Sol como máximo emblema de la Creación, revela principios esenciales de la vida. Un tiempo para sembrar, un tiempo para cosechar, un tiempo para reunir, un tiempo para el descanso; tiempos donde había más energía, tiempos donde era menester conservar esta energía. El Tiempo es ritmo  para estar en armonía con el principio del Cosmos, la manifestación del poder de la luz del Sol.

Los Equinoccios y los Solsticios abren ciclos, las 4 estaciones del año, y a la vez son parte de un ciclo mayor de la vida en la Tierra: el viaje de traslación alrededor del Sol (1 año calendario).

El sentido esencial de los equinoccios y los solsticios es entender que vivimos penetrados por los ritmos del cosmos, y que cada momento es especial y tiene una particular energía. Aprender a vivir en armonía con los patrones energéticos de la naturaleza, reflejando  los proceso celestes, como lo hace la Tierra, es la clave de una salud integral.