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SOLSTICIO DE VERANO

El solsticio de verano en el hemisferio sur está previsto para el 21 de diciembre a las 11:27 hora de Chile. Se trata del momento en que el sol se “detiene” en su viaje aparente al sur. La palabra solsticio significa “sol quieto” y alude a esta detención.

En el solsticio de verano del hemisferio Sur el Sol alcanza el cenit al mediodía sobre el Trópico de Capricornio, y en el solsticio de invierno alcanza el cenit al mediodía sobre el Trópico de Cáncer. Ocurre dos veces por año: el 20 o el 21 de diciembre, este año, el 21, y el 21 o el 22 de junio de cada año.

A lo largo del año la posición del Sol vista desde la Tierra se mueve hacia el Norte y hacia el Sur. La existencia de los solsticios está provocada por la inclinación del eje de la Tierra sobre el plano de su órbita.
En los días de solsticio, la duración del día y la altitud del Sol al mediodía son máximas (en el solsticio de verano) y mínimas (en el solsticio de invierno) comparadas con cualquier otro día del año. En la mayoría de las culturas antiguas se celebraban festivales conmemorativos de los solsticios.

En zonas templadas, las fechas de los solsticios son idénticas a las del paso astronómico de la primavera al verano y del otoño al invierno. Las fechas del solsticio de invierno y del solsticio de verano están invertidas en ambos hemisferios.

El día del solsticio de diciembre es la noche más larga del año en el hemisferio Norte y la más corta en el hemisferio Sur.
En el polo Norte nunca sale el Sol. Siempre se mantiene 23° abajo del horizonte.

La historia del Sol para todos nosotros se trata de una sola historia, la única historia: la Luz que, desde el espacio, llega a nuestro Planeta Tierra y crea el Tiempo y la Vida. En este sentido, cada Equinoccio  y cada Solsticio son momentos muy importantes porque experimentamos un punto de inflexión en el ciclo de la luz solar. Son los grandes hitos en el movimiento del Sol en relación a la Tierra, y es por eso que alrededor de estas fechas naturalmente se congregan una gran cantidad de celebraciones religiosas, ricas en símbolos y cultos, que nos recuerdan que somos hijos del Gran Creador : el Sol.

La observación del Sol como máximo emblema de la Creación, revela principios esenciales de la vida. Un tiempo para sembrar, un tiempo para cosechar, un tiempo para reunir, un tiempo para el descanso; tiempos donde había más energía, tiempos donde era menester conservar esta energía. El Tiempo es ritmo  para estar en armonía con el principio del Cosmos, la manifestación del poder de la luz del Sol.

Los Equinoccios y los Solsticios abren ciclos, las 4 estaciones del año, y a la vez son parte de un ciclo mayor de la vida en la Tierra: el viaje de traslación alrededor del Sol (1 año calendario).

El sentido esencial de los equinoccios y los solsticios es entender que vivimos penetrados por los ritmos del cosmos, y que cada momento es especial y tiene una particular energía. Aprender a vivir en armonía con los patrones energéticos de la naturaleza, reflejando límpidamente los proceso celestes, como lo hace la Tierra, es la clave de una salud integral.

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